Obstrucción: A veces, la boquilla de la bomba de espuma puede obstruirse con jabón o desechos. Esto puede evitar que el jabón se distribuya correctamente y puede hacer que la bomba deje de funcionar. Para solucionar este problema, intente limpiar la boquilla con agua tibia y un cepillo pequeño.
Fuga de aire: si la bomba de espuma no está bien atornillada a la botella o si hay una grieta en la bomba, el aire puede filtrarse y evitar que la bomba produzca espuma. Para solucionar este problema, asegúrese de que la bomba esté correctamente atornillada a la botella y reemplácela si está rota.
Bajo nivel de jabón: si el nivel de jabón en la botella es demasiado bajo, es posible que la bomba no pueda dispensar suficiente jabón para crear espuma. Para solucionar este problema, agregue más jabón a la botella.
Mal funcionamiento del mecanismo de la bomba: A veces, el propio mecanismo de la bomba puede dañarse o funcionar mal. Si este es el caso, es posible que sea necesario reemplazar la bomba.
En general, mantener su bomba de espuma limpia y con el mantenimiento adecuado puede ayudar a prevenir problemas y garantizar que continúe funcionando de manera efectiva.